En el mármol, al ser un material poroso, las manchas se incrustan hacia el interior siendo muy difíciles de quitar. Esto lo tenemos que tener muy en cuenta ya que, en el mármol, “mas vale prevenir que curar”.
Si nos decidimos a tener mármol en nuestros suelos, los tenemos que tener bien cuidados y tratados con ceras específicas para mármol que tapen lo máximo posible los poros.
Al limpiar el mármol tendremos que evitar el exceso de humedad al máximo, secándolo justo después de fregarlo y pasarle una mopa todos los días para que no se acumule el polvo.
Es importante limpiar la mancha cuanto antes, inmediatamente cuando se produce, para no darle tiempo a que el mármol absorba la mancha hacia el interior. Utilizaremos papel absorbente rápidamente y después cepillaremos la zona con una mezcla de agua y detergente lo menos corrosivo posible.
Si ya tenemos una mancha reseca y persistente la cosa se complica. No existen “trucos” milagrosos para quitar manchas del mármol una vez la mancha se ha introducido en el y en la mayoría de las ocasiones lo que podemos hacer es empeorar el problema. En estos casos el único remedio es un pulido superficial.
Si ya tenemos una mancha reseca y persistente la cosa se complica. No existen “trucos” milagrosos para quitar manchas del mármol una vez la mancha se ha introducido en el y en la mayoría de las ocasiones lo que podemos hacer es empeorar el problema. En estos casos el único remedio es un pulido superficial.
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